Si bien la miel puede parecer un edulcorante natural perfecto para su té, un experto advierte que añadirla podría no ser tan beneficioso como se piensa; descubra por qué en los siguientes párrafos.
El té es una bebida popular que ha sobrevivido a los tiempos y se reinventa constantemente según las diferentes culturas y gustos. Ya sea verde, negro o rooibos, suele asociarse a un momento de relajación y serenidad. A algunos consumidores les gusta realzar su infusión con una deliciosa nube de leche o una cucharada de miel para maximizar el confort que ofrece esta dulce poción. Sin embargo, según un experto en nutrición, incorporar miel al té puede no ser una idea tan buena como podría pensar.
Miel: un edulcorante natural con múltiples beneficios
Desde el punto de vista del sabor, el la miel es una opción interesante para endulzar y enriquecer los sabores de nuestro té favorito. Generalmente apreciamos su textura cremosa, así como sus toques florales y ambarinos que aportan cierta complejidad a la cata. Desde el punto de vista de la salud, la miel ofrece varias virtudes que pueden parecer inofensivas o incluso beneficiosas:
- Rico en antioxidantes: La miel contiene nutrientes esenciales como flavonoides y polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres que causan el estrés oxidativo, causante de muchas enfermedades.
- Propiedades antimicrobianas: Gracias a su contenido en enzimas y azúcares, la miel tiene cualidades antibacterianas y antifúngicas. También se ha utilizado durante siglos para tratar heridas e infecciones de la piel.
- Calmante para la garganta: A menudo se recomienda una cucharada de miel en una infusión de hierbas caliente para calmar el dolor de garganta y aliviar la tos, gracias a sus propiedades emolientes que suavizan las mucosas irritadas.
¿Por qué es problemática la mezcla de té y miel?
Sin embargo, el experto consultado advierte contra el uso demasiado sistemático de la miel como edulcorante en nuestro té diario. De hecho, varias razones pueden llevarnos a cuestionar esta práctica:
La transformación de la miel por el calor.
Es importante observar que Los beneficios de la miel pueden verse alterados. cuando se calienta por encima de cierta temperatura; sus virtudes nutricionales tienden a disminuir con el calor. Entonces, al agregar miel a su té caliente, corre el riesgo de perder algunos de sus beneficios para la salud.
El azúcar contenido en la miel.
Aunque natural, el la miel sigue siendo un azúcar y su consumo excesivo puede resultar perjudicial para nuestro organismo. De hecho, una cucharada de miel contiene alrededor de 16 calorías, la mayoría de las cuales provienen de azúcares simples como la fructosa y la glucosa. El consumo excesivo de azúcar puede tener consecuencias para la salud, como aumento de peso, envejecimiento prematuro de las células o mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Alergia al polen
La miel es producido por las abejas a partir del néctar de las flores, lo que significa que puede contener trazas de polen. Algunas personas alérgicas al polen podrían reaccionar al consumir miel, incluso en pequeñas cantidades. Los síntomas pueden variar desde simples molestias nasales u oculares hasta reacciones más graves que requieren intervención médica.
¿Qué alternativa para endulzar tu té?
Si eres fanático del té de miel y quieres seguir disfrutando de tu bebida caliente con un toque de dulzura, ¡que no cunda el pánico! Hoy en día existen varias opciones que permiten para ajustar el sabor de tu infusión sin sacrificar sus beneficios nutricionales.
- Azúcar de coco: Procedente de la savia de las flores de la palma de coco, tiene un índice glucémico significativamente menor que el del azúcar blanco o la miel y es rico en minerales y fibras prebióticas.
- Jarabe de arce : Natural y mínimamente procesado, también contiene antioxidantes y minerales como el zinc o el manganeso. Sin embargo, tenga cuidado de moderar las cantidades para evitar un aporte calórico demasiado elevado.
- Estevia: Esta planta con un poder edulcorante excepcional es cada vez más popular como alternativa a los edulcorantes tradicionales. Un chorrito de polvo o unas gotas de líquido suele ser suficiente para conseguir el sabor deseado, sin añadir calorías ni alterar los niveles de azúcar en sangre.
No olvides que también puedes simplemente tomarte un tiempo para saborear tu té solo, para poder beneficiarte plenamente de los delicados aromas que lo caracterizan. Después de todo, cada infusión es única y merece ser apreciada por su verdadero valor.
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